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ARDALES CITY, CIUDAD SIN LEY (Francisco Ortiz)

ARDALES CITY, CIUDAD SIN LEY (Francisco Ortiz) Llenos de ardor por el diálogo, de talante democrático, ansiosos de libertad, etc., como los socialistas que nos gobiernan y los socialistas que gobiernan la Comunidad andaluza, reproducimos la carta que hemos recibido de un concejal del Ayuntamiento de Ardales denunciando el comportamiento de sus dirigentes comunitarios y de sus propios compañeros de consistorio. Suponemos que, lamentablemente, de esto habrá mucho por España. ¡Pobre España que ha de padecer cíclicamente de tan deplorables gobernantes!

Por Francisco Ortiz Lozano
Concejal de Ardales por Falange Auténtica

Señor Director:

Personal enviado por la Consejería de Medio Ambiente procedió días pasados en Ardales a colocar estacas para deslindar la cañada pecuaria. La anchura copada es de 75 metros.

Pero he aquí que esa vía tiene en realidad 10 metros. Los otros 65 se los están arrebatando (esta es la palabra correcta) a pequeños y medianos agricultores (en muchos casos humildes agricultores), que son los legítimos propietarios de las tierras colindantes del camino. Y son legítimos propietarios de esas tierras porque las compraron con su dinero, porque las tienen escrituradas a su nombre, porque así están asentadas en el Registro de la Propiedad, porque pagan su contribución rústica y porque las vienen faenando, arbolando, cosechando, dejando sus sudores y poseyendo pacíficamente y sin impedimento de nadie desde hace muchísimos años, como los anteriores propietarios, y los anteriores de los anteriores.

Efectivamente, hace siglos, en tiempos de la Mesta, de Juana la Loca, de las antiparras de Quevedo, de Mariquilla la Pelá o de los hidalgos del peluquín, estas cañadas tenían su sentido, porque por ellas transitaban entre la campiña sevillana y la capital malagueña grandes rebaños de ovejas y manadas de toros bravos y de vacas castellanas. Pero eso quedó obsoleto hace más de un siglo. Cuando ya no hizo falta tanta anchura, la cañada se achicó y ningún ayuntamiento ni gobierno lo impidió. Quedó en los 10 metros actuales que son de sobra suficientes para el tránsito de vehículos agrícolas, de los escasos ganados y hasta para la «muchedumbre» de senderistas y caballistas que algún soplapitos dice que van a pasar.

Pero lo único cierto es que los agricultores, los campesinos, que lo han dado todo por esas tierras, vida, trabajo y dinero, nada más que hacen recibir palos. Y ahora esto.

La palabra la tienen los políticos socialistas del Gobierno y de la mayoría parlamentaria, que pueden, si quieren, aprobar una enmienda a la Ley, para que los Ayuntamientos achiquen las medidas de las cañadas en casos justificados como éstos; y también los políticos socialistas que gobiernan la Junta de Andalucía que pueden paliar desde Medio Ambiente el rigor y la sinrazón de una norma tan obsoleta e innecesaria; y los políticos socialistas de la Diputación de Málaga, que algo podrían hacer, ¿no?; y la mayoría socialista del Ayuntamiento de Ardales, que en el pleno del día 22 rechazaron la moción que presenté recogiendo el sentir de los agricultores, sin dejarme siquiera leerla y dejándola fuera del orden del día.


Francisco Ortiz es concejal por Falange Auténtica en el Ayuntamiento de Ardales (Málaga)

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