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LA VICTORIA ALMOGÁVAR EN EL MONTE TAURO (Guillermo Rocafort)

LA VICTORIA ALMOGÁVAR EN EL MONTE TAURO (Guillermo Rocafort) La Expedición Almogávar a Oriente, al comienzo del siglo XIV, en ayuda del Imperio Bizantino contra el Invasor Turco, es de los hechos militares más asombrosos de las Armas Españolas en toda su Historia, pero a la vez es uno de los más desconocidos.
Nos encontramos ahora conmemorando el 700 Aniversario de aquella gesta y es una buena ocasión para recuperar, refrescar y extender una Memoria histórica gloriosa que nos pertenece a todos los españoles.
De entre todas las batallas victoriosas de la Compañía Almogávar contra fuerzas mucho más numerosas destaca la Batalla del Monte Tauro, sucedida el día 15 de Agosto de 1304, en la que siete mil almogávares españoles, bajo el mando del General Roger de Flor y el Senescal Berenguer de Rocafort, destrozan un ejército de más de cuarenta mil turcos, considerados entonces invencibles por los bizantinos.
Esta Victoria increíble también marcó el comienzo del desgraciado destino de la Compañía Almogávar en Oriente. Eliminado el enemigo turco, que ya nunca más se atrevió a plantar batalla, las puertas de la Cristiana Armenia estaban abiertas de par en par, y ningún obstáculo serio existía en el Camino hacia Tierra Santa o hacia el Tigris y el Eúfrates.
El empuje arrollador de la Hueste Almogávar estaba en su plenitud, y la decisión a tomar después de la Victoria del Monte Tauro era si se continuaba por la Senda de las Victorias o se volvía a las bases griegas de partida.
Roger de Flor, General de la Hueste, tomó la decisión de volver a rendir cuentas de la Victoria del Monte Tauro al Emperador de Bizancio, Andrónico Paleólogo, y esta decisión le costó la vida a él y a miles de almogávares, pues fueron víctimas de la traición y perfidia bizantinas que les esperaban. De esta forma tan vil pagaban los bizantinos a los almogávares los excelentes servicios prestados por liberar sus tierras del peligro turco.
La traición bizantina provocó la Venganza Catalana a la que los almogávares se dedicaron con gran furia y brutalidad, y que todavía es recordada hoy con horror y espanto en aquellas tierras.
Roger de Flor se equivocó en su decisión de dar vuelta atrás después de la Victoria del Monte Tauro. Quizá sus temores personales y sus compromisos con la Familia Imperial Bizantina le influyeron decisivamente para tomar esa decisión de retirarse.
A los amantes de la Historia Española nos queda soñar qué habría sucedido si Roger de Flor hubiera decidido continuar luchando por la Senda de las Victorias. ¡Quizá nos encontraríamos hoy ante un segundo Alejandro Magno!
Hoy, setecientos años después de aquella Victoria no aprovechada, es hora de recuperar una historia que nos pertenece, pero hagámoslo con ojos críticos.
Leamos con atención las Crónicas de Ramón Muntaner, los Relatos de Francisco de Moncada, y las pocas fuentes y libros que hay de aquella gesta, pero, insisto, hagámoslo con ojos críticos, pues si hay algo que me queda claro de todos mis estudios sobre Los Almogávares es que fueron abandonados o traicionados por todos, y en especial por la Historia, que cubrió sobre ellos el manto del olvido, el desconocimiento y la ingratitud.

Guillermo Rocafort es abogado

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