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LA MALA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA... VASCA (Juan Pareja)

LA MALA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA... VASCA (Juan Pareja) En esta pasada semana tuve el honor y el privilegio de asistir a una conferencia de Gotzone Mora, profesora de la Universidad Pública Vasca (UPV) y concejal socialista del ayuntamiento de Guecho (Vizcaya). Dicha persona vino acompañada, como lo hace TODOS los días del año, de dos personas armadas y que se dedican a escoltarla y proteger su vida. ¿Que cual es su delito? Como ya dije en mi artículo anterior, esta persona tuvo la osadía de denunciar ante la universidad y la fiscalía, las irregularidades que se cometían en los exámenes y en el proceso de estudios por parte de PRESOS de la banda terrorista ETA.

En su disertación expuso los peligros cotidianos a los que se tiene que enfrentar en su trabajo como profesora: desde asistir a clase hasta recibir en su despacho a los alumnos en horario de tutoría. Nos mostró fotos de pancartas y panfletos en el que el ilegalizado grupo juvenil "Segi", llamaba a la manifestación y a la protesta por el encarcelamiento de presos de ETA, muchos de ellos alumnos de la universidad, y en otro casos proferían amenazas contra varios profesores. Nos comento los enfrentamientos diarios con sus propios alumnos y como estos la amenazaban e insultaban. Y manifestó su indefensión ante tales hechos, por parte del rectorado, que en reiteradas ocasiones ha amenazado con retirar la cámras de seguridad que controlan el recinto, por considerar "la ilegalidad y la falta al derecho a la intimidad" que pueden suponer.

Ahondando más en su denuncia, expuso casos como el de una terrorista, actualmente encarcelada, que recibía una subvención de la UPV cuando se encontraba en la situación de busca y captura por parte de la justicia española, y que cuando fue detenida siguió recibiendo dicha ayuda para completar sus estudios. Es curioso comprobar que muchos de los presos terroristas que se encuentran en nuestras cárceles han conseguido obtener hasta dos carreras universitarias mientras permanecen en prisión. En cierta ocasión la UPV realizó un estudio sobre esta situación, incluyendo a los presos comunes, la conclusión fue que los presos comunes eran menos inteligentes que los de la banda terrorista, pues el examen de acceso a la universidad fue aprobado por el 100% de estos últimos y suspendidos en su totalidad por los presos comunes.

Otro caso que resulta llamativo son las citadas ayudas concedidas a presos y a personas en paradero desconocido. Las matrículas, los folios y el material de escritura son gratis, dos libros por cada curso que realizan tambien son gratis y el resto cuenta de libros cuenta con una subvención por la tercera parte de su coste. Los exámenes consisten en realizar ciertos trabajos de "extrema dificultad", como el de resumir los libros indicado por los profesor, y en el caso de que fuera necesario realizar un examen, no es obstaculo, pues se envía a un determinado profesor, se le pagan unas fabulosas dietas y problema resuelto: un alumno más examinado y aprobado. Pero lo más inaúdito resulta recibir una carta de ciertos alumnos encarcelados (como por ejemplo Idoya Lopez Riaño "La Tigresa"), en las que se permiten el lujo de escribir a sus profesores para indicarles las directrices sobre las materias a tratar en el curso o como van a realizar sus exámenes. Muchos creeréis que todo esto son exageraciones mías o de la delirante mente de la profesora, pero os reto a que lo comprobéis vosotros mismos, a que os personéis en la universidad y lo veáis con vuestros propios ojos, a que intentéis exponer algún tipo de conferencia en la UPV sobre valores democráticos, sobre el espíritu nacional o la unión de España, contra el fin de ETA o contra la violencia en las vascongadas. Éste sería un buen ejercicio de sanidad mental y que os ayudaría a comprender un poco mejor la situación de las vascongadas y el clima asfixiante que se respira aquí. Por que a pesar de lo que la gente cree lo peor de las vascongadas no son los atentados ni la Kale Borroka, es el día a día, es el no poder exponer libremente tus ideas en un bar con tu cuadrilla, el tener que esconder tu profesión a tus vecinos, o incluso tener que desconfiar de ellos, el tener que esperar a tus escoltas para poder salir de casa.

Lo que más preocupa de todo este asunto es la indolencia que muestran tanto los alumnos de la propia UPV como el resto de la comunidad universitaria vasca y española. Parece que sólo se acuerdan de las víctimas en el momento del atentado, en esos mágicos y trágicos instantes en los que uno se impregna de la justa y colectiva indignación y rabia. En esas horas en las que uno deja de convertirse en un individuo y forma parte de esa gran masa de la sociedad que ha sido ultrajada y que está dolida por la pérdida de una vida humana. Pero todo eso desaparece al día siguiente, o a la semana siguiente, o como mucho al mes siguiente. Un buen día se levantan y todas esas emociones han desaparecido, se dedican a sus vidas cotidianas y todas esas emociones se almacenan en el baúl de los recuerdos, en algún lugar de la memoria, en ese lugar al que acuden cuando necesitan saber y reafirmarse en que un día ellos fueron solidarios.

Mientras todo esto sucede, un puñado de mujeres y hombre valientes se dedican a sobrevivir en sus días "normales", muchos de ellos con la ayuda de escoltas, pero cayendo casi a diario en la irresponsabilidad e irracionalidad de seguir denunciando que en la universidad vasca hay alumnos de primera y alumnos de segunda clase, en que muchos profesores sucumben ante la presión del chantaje o son directamente complices del mismo, en que dichos profesores cometen irregularidades por la extremada afinidad y connivencia con los presos y con los estudiantes radicales, con los que cohabitan a diario por los pasillos de la universidad. Hace no muchos meses fue uno de los titulares más destacados en prensa, que un preso etarra fue conducido desde la cárcel en la que se encontraba cumpliendo condena hasta la UPV, para poder examinarse en la oposición para obtener un plaza de profesor titular en la misma universidad. Esta persona al igual que el resto de los presos que se están sacandonse no una, sino hasta dos carreras, ¿Que creeis que haran cuando salgan de la cárcel?, ¿donde creeis que trabajarán?, y ¿a quienes creeis que enseñaran?. De este modo se vuelve a completar el circulo de la enseñanza y vuelve a enquistarse el problema de la educación. Recientemente el PSE-EE (partido socialista de euskadi) presentó una propuesta aprobada por el resto de partido (excepto el PP) en el que se instaba al gobierno a que permitiera el estudio de carreras universitarias, a presos etarras, en la UPV, que no se encontran dentro del catalogo de estudios de la UNED. ¿En que situación quedan ahora los vascos que quieran estudiar una carrera universitaria y por motivos laborales (por ejemplo) se vean obligados a tener que realizarlo a través de la UNED?, ¿podrán ellos acceder en igualdad de condiciones que los presos etarras a las carreras de la UPV?

Personas más sabias que yo han analizado el tema de la transferencias de ciertas competencias a las diferentes comunidades autónomas, y han llegado a la misma conclusión: "La transferencia de determinadas competencias debilita al Estado, pues las autonomías no tiene la capacidad de sacar el máximo provecho a las mismas". El ejemplo es muy claro, la transferencia de la Educación a las diferentes automías ha provocado que cada una de ellas adapte y supedite su modelo de educación, al interés colectivo de su región y de su futura politica autonómica. Utilizando como herramientas la exclusión selectiva de ciertas materias y la alteración de ciertos contenidos, esto provoca un detrimento en el nivel colectivo de la educación no sólo a nivel autonómico sino a nivel estatal.

Las Universidades siempre fueron un foro de librepensadores en el que todas las ideas tenían cabida, y en el que siempre ha destacado el progresismo que ha servido de impulso para el avance de las sociedades modernas. Con las actuales políticas de educación parece que la comunidad universitaria ha perdido esa fuerza y adolece de una falta de liderazgo intelectual preocupante, al encontrarse aislados los nucleos universitarios unos de otros, y convertirse en impermeables centros de pensamiento regional y/o provincial. El día en que se abran la exclusas entre dichos núcleos y cedan los tabiques del regionalismo serán los mismos estudiantes y profesores los que pongan orden es sus centros, mientras en "Euskadi" tendremos que soportar aislados y sin ayuda los excesos de la mala educaión universitaria.... vasca.

Juan Pareja es especialista sobre la cuestión vasca

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