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LLORA LA GUARDIA CIVIL (J. Pareja)

LLORA LA GUARDIA CIVIL (J. Pareja) LLORA LA GUARDIA CIVIL

El haber sobrevivido durante 150 años de historia a decenas de gobiernos, una guerra civil y una dictadura, no ha sido suficiente para que, una vez más, la Guardia Civil haya tenido que sufrir en sus carnes las vejaciones del gobierno de turno.

Asistimos impotentes, una vez más, al bochornoso espectáculo de ver como se pisotean ilusiones, derechos y esperanzas. Y, una vez más, el Benemérito Cuerpo acatará las órdenes y decisiones del gobierno de la nación.

Cierto es que desde su creación, la Institución ha cambiado mucho y ha sufrido un lavado de cara importante, tan sólo hay que recordar la instauración del día libre semanal, la fijación de la jornada semanal de 37 horas y media (aunque pocas veces se cumpla), o la creación del tan cacareado Consejo Asesor de Personal, que ni aconsejaba, ni asesoraba, y muchos menos del personal.

Ahora con el retorno a la presidencia de un partido socialista, el tan polémico “sindicato” AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) se las prometían muy felices, por las múltiples promesas socialistas sobre el futuro de la Guardia Civil. Pero la alegría duró poco, y si el Súper Ministro de Defensa Sr.Bono, en su discurso de investidura, ya prometió que no habría sindicatos profesionales en el ejército ni en la Guardia Civil, semanas más tarde el copropietario de la Benemérita, Sr. Alonso, Ministro del Interior (gracias a Dios no han cambiado el nombre al ministerio) anunció que el nuevo Director de la Guardia Civil iba a ser el General del Ejercito del Aire Sr. Gómez Arruche. De un plumazo y a las primeras de cambio terminaban con otras dos promesas: Creación del mando único y desmilitarización del Cuerpo. Pero este nombramiento no sólo es el enésimo incumplimiento de las promesas electorales, a las que ya nos tiene acostumbrados el PSOE, sino que supone una grave y peligrosa afrenta a los Generales Jefes del Cuerpo, que han tenido que contemplar impávidos como un General de rango inferior era puesto al frente del Instituto, teniendo como subordinados a Generales de mayor rango, más antiguos y mejor preparados que él. Aparte del significativo gesto que supone el volver a poner a un militar (y que para mas INRI no es de “la casa”) al mando de la Guardia Civil, hecho que no sucedía desde hacía mas de una década. Es claramente una bofetada del gobierno, no sólo para los que van a ser sus nuevos compañeros de profesión, sino también para el resto de los componentes del Cuerpo.

Un hecho conocido por todo el mundo es que en la Academia General de Zaragoza se forman los oficiales de la Guardia Civil, lo que no es conocido por todos es que son siempre los primeros cadetes de cada promoción, los que optan por tomar la especialidad de Guardia Civil, quedando el resto de alumnos destinados a formar parte de los tres ejércitos. Es decir, si de los mejores cadetes de cada promoción se obtienen los futuros generales de la Benemérita, ¿por qué coger a un general con una más que menor capacidad que la del resto de sus compañeros de promoción?

Como dije antes, el nombramiento del General Gómez Arruche, supuso el estremecimiento de todos los estamentos del Cuerpo, fue como pegar una patada en un avispero, y si no fuera por el enorme nivel de disciplina y acatamiento, y por la gran memoria histórica de todos los componentes, perfectamente se hubiera podido volver a dar el caso de un teniente coronel dirigiéndose al parlamento, arma reglamentaria en mano. Y me consta que esos días hubo muchas llamadas entre los despachos de los más altos dirigentes del Cuerpo, aunque en esta ocasión los alegatos iban cargados con grandes dosis de sensatez y no se urdió ningún plan estúpido.

Mientras todo esto sucede, los escalones más bajos de esta gran escalera que es la Guardia Civil, es decir los guardias, lloran por lo que pudo ser y no fue, por ser víctimas, nuevamente, de las promesas socialistas. Y en definitiva, por sólo ser recordados cuando estos casi 75.000 votantes tienen la oportunidad de inclinar la balanza hacia un lado o hacia el otro.
Juan Pareja es especialista en asuntos sobre la Benemérita.

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